Comenten, puede ser anónimo, y está bueno saber qué pasa en el lado oscuro de la luna.
Gracias por pasar!



31 de julio de 2012

Sé qué quiero y trato de aprender quién soy

Hoy empecé el día para atrás.
Arranqué quedándome dormida porque anoche me había olvidado de poner el despertador. Por suerte también me había olvidado de poner el celular en "sólo teléfono" y me despertaron varios mails que empezaron a entrar a las 5.30 hs. La cama estaba increíble y me costó salir de sus redes, pero me levanté de un salto porque, si lo dudaba, me iba a encontrar el mediodía abrazando mi almohada.
Cuando me levanté me sorprendió la luna, redonda y bajita, en el medio de mi ventana y con una que otra nube que la atravesaba como pinceladas olvidadas en el cielo. Una imagen mágica que me despabiló de golpe. Debo confesar que me quedé dudando sobre la realidad de esa imagen porque, cuando salí de casa, anduve buscando a mi luna y no la encontré.
Ya de pleno en mis labores diarias, no habían llegado las 9 de la mañana y yo ya estaba discutiendo ferozmente con mi viejo. Si! ferozmente, porque mi viejo es la única persona que me saca de quicio y frente a la cual exploto casi al segundo... percibo la mala onda ó un atisbo de agresión y eso sólo basta para que yo saqué mis garras y empiece a defenderme como si la vida me fuera en eso. No me pregunten por qué, es algo que no entiendo, que me hace muy mal pero no puedo salir de eso. Lo peor de todo es que toda esa bronca me quedó atragantada y, como él y yo somos iguales, cruzamos durante todo el día muy pocas palabras, mucha indiferencia y miradas que eran tenebrosas. Él tiene una ventaja, mañana es otro día, pero yo tardo un poco más en olvidar.
En fin! el día terminó sin la visita de Lara y yo emprendí el camino de regreso. Como un relojito el colectivo me estaba esperando en la esquina, subí, auriculares, música a los mangos y a comenzar ese proceso de desconectarme de mi día.
De golpe suena esta canción... y la sonrisa volvió a mi cara!
 De a poquito empecé a mover el pie a ese ritmo y a cantarla silenciosamente pero moviendo los labios). Como la sensación era tan linda la empecé a repetir una y otra vez pero cuando bajé del bondi empecé a cantarla en voz alta y a acompañar mi mini recital con mi cartera convertida en guitarra y a la que rasgueaba como en aquellos años . Y así seguí, loca pero feliz, hasta que abrí la puerta de casa y Male, saludándome cortésmente, arrancó los auriculares de mis orejas y se los llevo puestos con celular incluido. Y si! mi bella princesa es un poquito efusiva jajaja.
Así volví a mi centro, a mi sonrisa, a mi buen humor y a encontrarle el lado bueno a todas las cosas.
La música es milagrosa y, como dice mi amada Patricia Sosa, sana... por eso les receto que, cuando tengan los pájaros volados, elijan una linda canción, suban el volumen y disfruten. Después me cuentan!
Ya puse el despertador, me tomé un rico cafecito y estoy lista para acurrucarme con Male y ver si empezamos a roncar al unísono.
Que sueñen con los angelitos!!!!

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