Comenten, puede ser anónimo, y está bueno saber qué pasa en el lado oscuro de la luna.
Gracias por pasar!



19 de julio de 2012

La balaza del bien y del mal

Ayer me decía mi hermanita que mi última entrada había sido "... rara", con puntos suspensivos textuales porque no encontraba con qué palabra definirlo jajaja. Tenía razón (como siempre)... la verdad es que después de leerlo lo iba a borrar, pero me prometí no borrar nada de lo que escriba, así que de vez en cuando van a tener que aguantar uno que otro delire como el del martes... un juego de palabras que se enroscan sin saber a dónde ir pero que, luego de unos días, van encontrando su orden.
Y hoy estoy contenta, no se sí feliz porque es una palabra un poco grande, pero tengo una sonrisa que me acompañó durante todo el día y que espero siga por unos días más. Creo que parte de esta paz pueda deberse a que, desde el lunes, gozo de la visita de mi sobrina todas las mañanas y una que otra tarde. Debería recetarse ver a un bebé cada mañana porque hace bien!!!!.
Toda mi vida los bebes me han llenado de felicidad y cuando crecen también... pero cuando son bien chiquitos tienen una pureza que no podemos encontrar en ningún otro lugar y sus miradas me atraviesan. Estoy convencida de que hubiera sido una excelente madre, super rompebolas como podría acotar mi sobrino mayor (que sigue siendo mi bebé aunque tenga 15 años), pero las madres son así y, como tía, trato de vivir un poquito de eso porque me hace inmensamente feliz. Por suerte Dios me bendijo con muchos sobrinos a los que amo con el alma... babi, tía mala, gaviola... todos los nombres que me pongan me miman el corazón porque sé que yo también ocupo un rinconcito de su corazón y que, aún mínimamente, alguna marquita voy dejando. Uno nace, crece y busca prolongar su existencia en la vida y en el recuerdo de los otros, y yo lo voy haciendo.
Pero como no todo es dulzura en mi vida, les cuento que tengo muchas decisiones tomadas firmemente, solo tengo que esperar una sentencia y mando todo al carajo, mi tranquilidad mental tiene más valor que algunos ladrillos y el tiempo hace la diferencia. Es innegable todo lo que logré en este año, pero así como construyo día a día hay partes de mí que se van agotando y se hacen insoportablemente pesadas. Por eso, resigno pero para no postergarme más.
Una nueva vida está a la vuelta de la esquina y no veo el momento de meterme de lleno en ella y ver qué me pasa cuando solo tengo que preocuparme y ocuparme de lo que a mi me pasa, de lo que yo siento y lo que yo necesito... es el momento de YO y no de EL.
Así estamos... bien, pero sabiendo que puedo estar mejor.
Me voy a buscar a Morfeo, Malena ya lo encontró y seguramente en unos minutos estaremos roncando juntas.
Besos!

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