A veces la distancia nos deja pensar o nos ayuda a evadirnos porque en realidad no importa el lugar donde estemos, nuestra cabeza siempre va donde quiere.
Será la razón la que debe tomar el mando en este naufragio o la piel?
No les parece milagroso el hecho de contar con dos capitanes con decisiones y motivos tan distintos?
Habrá algún momento en que el corazón y la razón se pongan de acuerdo?
Siempre los asocio a la imagen de un ángel y un demonio, cada uno taladrando el lado opuesto de nuestro cerebro. Mientras tanto somos bombardeados de pros, de contras, de la esperanza de vidas mágicas o de la seguridad de una vida controlada y segura.
Cual tendrá razón? alguno la tiene?
Quizás esto es parte del tan nombrado libre albedrío... tenemos las herramientas pero tenemos que decidir cual es el mejor camino, si es que hay uno mejor que el otro.
Ahora, pienso... somos todos conscientes de esta ambivalencia o solo algunos la percibimos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario