Te acordás de esa confitería en Congreso?... algo de ese estilo.
Una bar de los viejitos de Buenos Aires, atendido por mozos con muy mala onda pero que no te andan dando vueltas como moscas y se olvidan que uno está sentado ahí. Un lugar como Congreso a la noche, donde quedan pocas almas dando vueltas y todavía se puede sentir la vibración de la vorágine del día. Una noche como esta, calurosa, pegajosa, pero con una leve brisa que nos acaricia la piel. Una noche de amantes, de escondidas y adrenalina al tope.

Tengo muchas ideas dando vueltas pero tengo que fortalecer el coraje para llevarlas a cabo. Tengo que grabarme en el corazón la importancia de lo que yo necesito frente a la desesperanza de aquél que pide. Por desgracia no he sido bendecida por hijos que haya parido y no por eso debo continuar en este rol maternal que tanto acostumbro. A mi también me duele, a mi también me pasa y si tengo quién me escucha y me acompaña en este trance es porque bien me lo he ganado, ó no?. Ando un poquito enojada y hasta con miedo... no se si se nota?.
Y justo en estos momentos, como un mensaje de Dios sabe dónde, Pablo Milanés me dice "ojalá pase algo que te borre de pronto" y sigue con "ojalá que el deseo se vaya tras de ti". Dos mensajes que si bien están dedicados a la misma persona (ó institución en este caso), a mi me lleva a dos partes muy distintas de mi vida. En realidad estos hombres, porque las historias de la vida de una mujer son los hombres, tienen mucho en común pero una gran diferencia... uno pide sin pedir pero con ternura y el otro reclama. Tampoco sé si es tan así, pero así lo veo esta noche... concédanme la libertad de llenar al pasado de nostalgia y al presente de odio, al menos en esta noche.
Los voy dejando, ya debería estar durmiendo ó al menos en la cama porque mi despertador sonará en cuatro horas y cincuenta minutos, todavía me queda bañarme y lidiar con el desvelo que me acompaña hace varias noches... pelear con la cama, acomodar la almohada para que llene espacios vacíos y pelear ó disfrutar de las sensaciones que las palabras de Sabina me traigan esta noche.
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