Comenten, puede ser anónimo, y está bueno saber qué pasa en el lado oscuro de la luna.
Gracias por pasar!



21 de marzo de 2016

Del otro lado del escritorio

Soy jefa y en parte dueña. 
Eso significa que la mayoría de las veces tengo que ver las cosas desde el lado opuesto que los demás. Sin ir demasiado lejos, las cenas en casa tienen un poco de eso... la patronal vs. los empleados y, como decía en otras oportunidades, ambas partes tienen la razón y el derecho, pero también ambas partes muchas veces tiran en sentido contrario y con necesidades distintas.

He tenido que tomar decisiones drásticas, sancionar empleados y hasta despedirlos. Siempre estuve convencida de la decisión que estaba tomando, pero eso no quita el dolor porque también estoy del otro lado. En mi caso hay dos personas por las que debo velar, yo y mi empresa. Si mi empresa no crece, yo no crezco y tampoco crecen todas las personas que dependen de mi empresa. Entonces es como el famoso dicho del "mal menor".
Pero duele... cuesta ver la cara de ese empleado al que se le está comunicando que a partir de mañana no va a tener mas trabajo. Puedo estar mas que enojada porque su desenvolvimiento fue mediocre o me ha traído mas problemas que beneficios, pero eso no quita que no piense en sus hijos, en su familia y en esta economía que estamos viviendo todos, donde conseguir trabajo no es nada fácil.
Será que uno se hace menos humano?
Una empresa es una persona también, donde todos los que la componen forman un todo que se mueve, crece y evoluciona. Pero cuando sus miembros no suman y le quitan movilidad a esa otra persona, no es necesario tomas decisiones en post de la supervivencia de ese otro ser?
Difícil, no?
O será que hoy esto me pesa porque me fui de la oficina dejando una carta documento lista para despachar mañana?
En fin... así estamos esta noche! 

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