Yo me armé este espacio para poder decir las cosas que a veces no puedo decirle a otro, para hablar conmigo misma sin que la gente piense que estoy loca ó simplemente para hacer catarsis.
Hoy quiero hablarte a vos, que supongo das unas vueltas por acá de vez en cuando para ver cómo anda mi vida porque no te animás a preguntar. Esta también es una ventaja del blog... el anonimato.
No se si te habrás dado cuenta pero estoy enojada. Me molesta que desaparezcas y que, justo en el momento en el que yo dejo de pensar en algunos temas que te involucran, vuelvan tus palabras... breves pero suficientes. No estoy muy segura sobre si prefiero que estés o no, pero la duda es peor y con vos siempre me quedo en las preguntas porque, ni bien empiezo a pedir alguna respuesta, cambiás de tema radicalmente.
Yo creo que estás confundido, que tenés miedo de escuchar cosas que suponés voy a decir... pero yo cambié mucho y sigo cambiando, seguramente te lleves alguna sorpresa (aunque no sé si será grata).
Mi único reclamo es que no hayas estado en el momento en el que más necesitaba de un hombro ó de un oído en el cual yo podía confiar... pero bueno! parte de los cambios es tener menos expectativas así me llevo menos sorpresas y menos desiluciones.
Todo lo que tuve que decir ya lo he dicho en otras oportunidades y nunca termino de saber si caen en saco roto ó no, pero sí sé que no me quedan palabras en el tintero.
Te dejo un beso enorme.
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