Ayer me fui al cine... el escape perfecto que me permite abstraerme de la realidad por un par de horas viendo historias de otra gente pero con final feliz asegurado.
En fin, estuve viendo "tan fuerte y tan cerca" que se estrenó esta semana. Terrible historia, sobre todo porque pasa a través de los ojos de un chico de 10 años que perdió a su padre en el atentado de las Torres Gemelas. Pero más allá de ese drama y de varios mensajes que deja la película, me quedo un tema, la búsqueda.
Sin contarles nada, la película muestra cómo nos embarcamos en largas y complejas búsquedas cuando en realidad tenemos las respuestas al alcance de nuestras manos. Quizás también, sea necesario que las atravesemos para, con el paso del tiempo, estar más preparados a lidiar con esas respuestas. Un tema, no?... pensar que lo que necesitamos está allá, lejos, escondido y muchas veces lo tenemos a la vuelta de la esquina... "los esencial es invisible a los ojos..." diría El Principito.
Terminó la película y salí a caminar un rato, pero sin auriculares, estaba lista para escuchar al mundo, para estar dentro y no excluida en mi cajita de música. Caminé, me senté en una bar y merendé... mirando, escuchando y sin escribir nada... estaba hiperconectada con lo que estaba pasando y feliz... contenta. Fue una linda sensación!
Después volví a casa y todo volvió a ser lo de siempre, intercambio de monosílabos, habitaciones separadas y el constante no saber cómo contener la rabia. Gracias a Dios que este departamento es lo suficiente grande, porque de lo contrario sería agobiante!!!.
Y acá estamos, este lunes feriado, Male y yo solitas en casa. El plan? irme a la cama a disfrutar la brisa que entra por la ventana y leer un poco... nada de caja boba por hoy, necesito que mi cabeza trabaje, recorra, vuele y se descontracture de tanta racionalidad.
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