Ya tengo mi libreta, mi lapicera y mi música, sólo falta que las musas vengan a visitarme.
Qué placer es volver a escribir sobre un papel y sentir como los trazos fluyen sin cuidar que estén prolijos, sin que me moleste tachar y corregir. Las letras son cálidas, tienen piel y sentimientos que pueden verse a simple vista.
Qué placer es volver a escribir sobre un papel y sentir como los trazos fluyen sin cuidar que estén prolijos, sin que me moleste tachar y corregir. Las letras son cálidas, tienen piel y sentimientos que pueden verse a simple vista.

Yo pienso, qué alternativas tengo a estos escapes?. No puedo estar todo el día en la calle porque no hay presupuesto que alcance y, más allá de que detesto caminar, hace un poquito de calor como para andar yirando. Entonces ahora tengo que resolver si me encierro en casa a mirar unas películas ó directamente desaparezco del planeta y me voy a dormir la siesta.
Me mata caer en la cuenta de que la realidad es ésta y no puedo cambiarla por ahora. Al fin y al cabo es como decía mi amigo, las rectas no pueden torcerse y tendré que seguir este camino hasta que me dejen pasar al próximo nivel.
Y, hablando de Tarres, les cuento que finalmente conseguí el libro de "Cuando las rectas se vuelven curvas"... interesante pero bravo; hace mucho que terminé el secundario y hay varias cuestiones geométricas que debo releer para terminar de entenderlas. Todavía no llegué a la parte en la que explican cómo es que las rectas se vuelven curvas, por el momento el debate pasa por el quinto postulado de Euclides. Intrigante, no?. Todos los días se aprende algo nuevo y uno ejercita la cabeza.
De todos modos, cuando la geometría me encierra entre los signos de pregunta, cambio de libro, agarro a Joaquín Sabina y mi mente se relaja en tanta poesía. Mi eterna pelea entre la razón y el corazón. Será por eso que estoy cómo estoy? Geometría y poesía, cálculo vs. sensaciones... primero un ansiolítico y después el bálsamo para que mis neuronas descansen y pueda dormir soñando con las calles de Madrid.
Aunque en realidad no sueño, ó no recuerdo qué sueño, cuando me duermo entro en un estado de coma del que me saca el despertador... no escucho nada, no me levanto para ir al baño, no nada... sólo yo y mi almohada. Pero éste es otro de mis problemitas... ya les seguiré contando!
No hay comentarios:
Publicar un comentario