No puedo decir que sea un lujo de persona, pero sí me considero buena gente. No hay mala leche en lo que hago, ni envidias ó resentimientos. Le pongo el corazón a lo que hago ó prefiero no hacerlo. Cuando me entrego a alguien lo hago en un 100% y, generalmente, me dejo en un segundo plano, por decisión personal y no porque el otro me lo pida.
Hoy siento que, en gran parte de las cosas, cosecho lo que sembré. Recibo amor del bueno de personas que lo hacen genuinamente y no porque se vean en la obligación ó el compromiso de darlo, y Dios me bendijo con sobrinos a los que amo y que me llenan me corazón con sus abrazos, sus besos y sus sonrisas.
Entonces digo... no habré hecho tan mal las cosas y puedo hacerlas mejor!. Sólo tengo que tener el coraje de ponerme en movimiento porque las cosas por si solas no cambian y de esta carreta, como siempre, soy el único caballo que tira.
Así que vamos a darle para adelante! un esfuercito más para llegar a la cima... después de todo lo que hice, lo que queda no es nada y el premio es increíble.
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