Comenten, puede ser anónimo, y está bueno saber qué pasa en el lado oscuro de la luna.
Gracias por pasar!



10 de noviembre de 2011

Casualidad o causalidad

Algo pasa...
El martes tuve una tarde complicada, movilizadora y lacrimógena, por suerte, porque las lágrimas liberan angustia y la mente se alivia. Y así me fui... livianita, hasta que recibí la noticia de que mi sobrino menor estaba internado con una aparentemente reacción alérgica. Se imaginan lo que fue para mi prender el celular y encontrar cinco llamadas perdidas de mis cuñados?... se me paró el corazón por unos segundos. De todos modos no se preocupen, está evolucionando bien de un eritema deforme severo, aunque sigue internado.
Así volví a casa, preocupada, pensando y pensando mucho, tanto que no me pude dormir como hasta las dos de la mañana... de más está decir lo que me costó arrancar al día siguiente!.
Ayer me sentía golpeada, mezcla de sueño y de cosas que se estaban moviendo por dentro y que todavía no entiendo, aunque esté en proceso de hacerlo. Llego a casa, muerta, bañito y a la cama.
El tema empezó hoy... desastre tras desastre, "catrasca" diría mamá. 
Sonó el despertador a las 5.30 hs. como siempre, prendí la tele para ver el clima y mi televisor se veía a tres colores circulares. Como realmente no me levanto demasiado lúcida, miré bien... pero era cierto y no un producto de mi imaginación (a las pruebas me remito). 
Sigo la rutina, voy al baño a ponerme decente y descubro que el inodoro estaba tapado (foto que por razones obvias no publico). La verdad es que no tenía demasiado tiempo, ni conocimientos, como para intentar solucionar tantos problemas y menos a esas horas de la madrugada. Dejé todo como estaba y me fui a la oficina.
Jornada normal, nada del otro mundo... gracias a Dios!. Terminó el día, cargué la sopapa y me vine a casa dispuesta a resolver los inconvenientes domésticos que me habían acontecido... la verdad es que vine con toda la intención, pero mis esfuerzos fueron infructuosos. Lo del baño es mejor no mencionarlo y lo de la tele probé lo básico, como en las compus, desenchufar, apagar, prender y nada. Ok! si no se puede, no se puede, habrá que ver la tele con esa extraña forma circular ó agarrar un libro hasta que Morfeo venga a buscarme.
Resignada, pero sabiendo que lo había intentado, me fui a preparar la cena (a calentarla, en realidad, porque la había comprado lista para ser comida). Les sorprendería si les digo que cuando saqué la fuente del horno se me incendió el repasador? la verdad es que a mi no, porque a como venía, cualquier accidente era previsible. No contento con esto, el destino, me dió una nueva sorpresita... se me soltó el caño de goma que está en la parte de abajo de la pileta de la cocina y terminé la noche, secando el piso y con destornillador en mano para ajustar ese plastiquito del demonio. Al menos estos dos problemas pude solucionarlos y sin tener a ningún hombre alrededor para pedirle auxilio.
Y acá estoy, sin nuevos inconvenientes por el momento... 
Será un mensaje? como acaba de sugerir mi hermanita. La verdad es que no sé, pero por las dudas manténganse lejos.
Los dejo, me voy a leer un poco de Sabina y a tratar de dormir temprano porque mañana, como siempre, el despertador sonará a las 5.30 hs. y yo seguiré con mi televisor tricolor y el inodoro tapado!.



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