Y ya está!... llegamos. Pero terminar es volver a empezar.
En algunos casos, como el mio, uno renueva las ilusiones y espera que en este nuevo año las cosas vayan tomando su curso y podamos encontrar las respuestas y las realidades que estamos buscando. Otros, en cambio, sienten que volver a empezar es una carga, que todo va a ser igual y no hay ni un ápice de esperanza en su mirada.
Justamente hoy leía un mail que me enviaron con esas tarjetas masivas de felicitaciones que decía ¨el optimista espera la llegada del nuevo año para recibirlo con una sonrisa pero el pesimista espera la llegada del nuevo año para asegurarse que el anterior ya se fue". Cuestión de percepciones, como ya les contaba otras veces.
La verdad es que las fiestas no me pegan y, para serles sincera, ni me van ni me vienen. Quizás el próximo año, con Porota entre nosotros, las cosas sean distintas porque una nueva vida trae alegrías, trae sorpresas y de golpe todo es nuevo... para ella y para todos.
Para navidad me pongo reflexiva, analítica y hago balances en mi cabeza que nunca termino de conciliar. Miro hacia atrás y trato de aprender a mirar hacia adelante sin cargar esa mochila que el pasado nos dejó. Tomo de lo que pasó aquello que me fortalece y que me ha ido construyendo a lo largo de los años, pero no me arrepiento... de nada!. No dudo que algunas cosas podrían haber salido mejor, pero ya está!... no podemos borrar nada y tampoco nos sirve andar revolcándonos en esa vida que pudo haber sido y no fue.
Pero año nuevo es distinto!.
Para esta época me pongo las pilas y lo espero ansiosa como creyendo que en ese microsegundo que pasa entre las 0.00 hs. del 31 de diciembre de este año y las 0.0001 del 1º de enero del siguiente todo vuelve a cero, desaparece el cansancio, las ojeras, la tristeza... Ok! soy un poco ilusa... pero empezar un nuevo año es arrancar con una hoja en blanco en la podemos escribir lo que queramos y no lo que nos dicten.
Por eso, y siguiendo con mis sugerencias para afrontar estas fiestas, les propongo hacer eso. Convencernos de que tenemos el control, que eso que está por delante es nuestro y será todo lo que nosotros queremos que sea, porque al fin y al cabo, la vida es nuestra y no del titiritero que creemos nos maneja.
A levantar la frente, a sentirnos bellos, a pensar que al mundo nos lo podemos llevar por delante y que no hay barrera que nos contenga, a decir las cosas de frente (educada y asertivamente), a mirar a los ojos, a decir muchos "te quiero" y uno que otro "te amo", a odiar menos (ó nada), a perdonar, a ignorar, a no poner la otra mejilla siempre, a ofrecer una mano amiga siempre, a no esperar que al otro le vaya mal para que nosotros estemos mejor, a envidiar para imitar y crecer, a abrazar mucho y con ganas... a disfrutar de la vida a pleno porque es lo que tenemos y lo que nos hace lo que somos, lo que fuimos y lo que podemos ser.
Les deseo lo mejor... buena vida!
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